21 de diciembre de 2014

Idolatría?...Noooo, AMOR!

Había una señora muy humilde, que vendía verduras en la vecindad. cierto día, la tía Mary, así era conocida por toda la vecindad, fue a vender sus verduras en la casa de un señor y allí había perdido su rosario. Después de algunos días, la tía Mary volvió a la casa, y este señor llegó justo a burlarse de ella diciendo: - Usted ha perdido a Su Dios, Ella respondió: - yo? Perder a mi Dios? Nunca. Entonces él sacó el rosario y le dijo: - no es este Su Dios? - a lo que ella contesto, Gracias a Dios, el señor me ha regresado mi rosario. Muchas gracias. - Porque no cambia señora este cordón con cuentas por la Biblia? - preguntó Él. Y ella humildemente respondió: - Porque yo no sé leer, señor, y con el rosario, yo medito toda la palabra de Dios y la guardo en mi corazón. - Medita la palabra de Dios? Como es eso? Podría decirme como es eso - claro que sí - respondió la tía Mary, tomando el rosario le dijo: - Cuando yo tomo la Cruz, recuerdo que el hijo de Dios derramó Su Sangre en la cruz, para Salvar a la humanidad. Esta primera cuenta gorda me recuerda que hay un solo Dios omnipotente. Estas tres cuentas pequeñas me recuerdan las tres personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta cuenta gorda me recuerda la oración que Jesús mismo nos enseñó, que es el Padre Nuestro. El rosario tiene cinco misterios, que me recuerdan a las cinco llagas de Nuestro Señor Jesucristo, cuando cargo la cruz. y cada misterio tiene diez ave maría, que me recuerdan a los diez mandamientos, que Dios mismo escribió en las Tablas de Moisés. El Rosario de Nuestra Señora tiene quince Misterios, que son: cinco Gozosos, cinco Dolorosos y cinco Gloriosos. Por la mañana, cuando me levanto para iniciar mi lucha del día a día, yo rezo los Misterios Gozosos, que me recuerdan el humilde hogar de MARÍA EN NAZARET. Al medio día, en mi cansancio y fatiga del trabajo, yo rezo los Misterios Dolorosos, que me recuerdan el duro camino que recorrió Jesucristo para llegar al Calvario. Cuando llega el final del día, con las luchas que aveces perdemos, yo rezo los Misterios Gloriosos, que me recuerdan que Jesús le ganó a la muerte para darnos la Salvación a toda la humanidad. Y Ahora, digame: ¿ dónde está la idolatría? Él, después de escuchar todo esto, dijo: - Yo NO LO SABÍA. Enseñame, tía Mary, a rezar el rosario.

 

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