20 de septiembre de 2014

Comparto un pensamiento

La libertad, nuestra libertad es realmente abrumadora, pesa y nos lleva muchas veces a equivocarnos. Podemos elegir, claro está, somos libres.

Yo elijo a Dios (con todo lo que ello implique).

Señor esto quiero: Cuando era pequeña y volvíamos con mi tía y mi hermana de la plaza, a mi me gustaba cerrar los ojos y de la mano de mi tía, caminar, que ella me llevara, y sin temor yo avanzaba por la calle.

Pues recordando esto, se me ocurrió este deseo: quiero caminar toda mi vida, tomada de tu mano, totalmente confiada en que vos Señor, me guiás siempre en todo, para hacer Tu Santa Voluntad...o sea aquí estoy Jesús en tus Manos! Te amo!

 

Pueden contarme sus opiniones sobre mi relato y también añadir los de ustedes, es lindo compartir estas cosas no?

 

 

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