20 de septiembre de 2014

Si nos ponemos en sus manos...

No hay tormenta en la que El no nos acompañe,

No hay soledad en la que El no se haga presente,

No hay dolor en el que El no nos abrace,

No hay alegría en la que El no haya intervenido,

No hay tropiezos que El no comprenda,

No hay corazón en el que El no quiera entrar,

No hay camino que El no recorra junto a nosotros,

No hay nada fuera de El...

 



Permitís que Jesús entre en tu corazón?

Le abrís las puertas de tu alma?

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