Escuche la voz de Cristo;
en mi alma resonar.
Si me pides que te ayude,
debes dejarte ayudar.
No hay nada imposible
que yo no pueda realizar.
Con tus quejas y lamentos
no me permites actuar.
Yo hice una promesa
y fielmente cumpliré.
Ven a mi el que esté cansado
y descanso le daré.
Tienes que tomar el yugo
y conmigo caminar.
Si caminas a mi lado
tu sed podre mitigar.
Deja todo lo pasado
no lo vuelvas a cargar.
Tienes que tener confianza
así te podre ayudar.
Si tu vienes hoy a mí
consiente podras vivir
hace tiempo te he llamado
paz y amor te quiero dar.
Tu fe debe ser ferviente
para poderte quitar,
los pesares de tu vida
y tu carga alivianar.
Con mi sangre derramada
te he venido a redimir,
y del sufrimiento eterno
yo te he venido a salvar.
Te Deum Laudamus.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario