23 de septiembre de 2014

Canción de navegantes

¿Cómo no temer, si el mar se ha embravecido?
Mil... dos mil tormentas
se han alzado en nuestro viaje.

Y el viento sopla ya
Cada vez más fuerte bramará.
Y tú, Señor, con nosotros, estarás

¿Cómo no dudar, si nos sentimos solos?
Mil... dos mil preguntas
nos desgarran y conmueven.

¿Cómo no intentar, contigo en nuestro barco,
mil.. dos mil victorias
sobre la desesperanza?

¿Cómo no partir, remando mar adentro,
hacia mar abierto,
hacia aguas más profundas?


Padre Eduardo Meana.



Mientras nuestros ojos estén fijos en Ti, Señor,

estamos a salvo!

 

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