La
imagen de la Virgen Dolorosa nos enseña a tener fortaleza ante los
sufrimientos de la vida. Encontremos en Ella una compañía y una fuerza
para dar sentido a los propios sufri-mientos.
Cuida tu fe:
Algunos te dirán que Dios no es bueno porque permite el dolor y el
sufrimiento en las personas. El sufrimiento humano es parte de la
naturaleza del hombre, es algo inevitable en la vida, y Jesús nos ha
enseñado, con su propio sufrimiento, que el dolor tiene valor de
salvación. Lo importante es el sentido que nosotros le demos.
Debemos ser fuertes ante el dolor y ofrecerlo a Dios por la salvación de
las almas. De este modo podremos convertir el sufrimiento en sacrificio
(sacrum-facere = hacer algo sagrado). Esto nos ayudará a amar más a
Dios y, además, llevaremos a muchas almas al Cielo, uniendo nuestro
sacrificio al de Cristo.
Oración:
María, tú que has
pasado por un dolor tan grande y un sufrimiento tan profundo, ayúdanos a
seguir tu ejemplo ante las dificultades de nuestra propia vida.
Amén!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario