Angel
Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por
disposición divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás
cesas de defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo te acepto
como a protector, te amo como a custodio; me someto a tu dirección
y me entrego todo a ti, para ser gobernado por ti. Te ruego,
por lo tanto, y por amor a Jesucristo te suplico, que cuando
sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus inspiraciones,
no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes al contrario,
ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él;
enséñame, si soy ignorante; levántame, si
he caído; sosténme, si estoy en peligro y condúceme
al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén.
Dejá tu comentario, gracias! Bendiciones!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario