La
oración, como todo en la vida, es un don de Dios. Y ese don, por el que
somos capaces de comunicarnos con Dios, lo recibimos del Espíritu
Santo. ¿Te ha sucedido no poder “hacer oración” aunque te lo propongas
en lo más íntimo de ti? Pídele ayuda al Espíritu Santo, invócalo para
que ese don florezca y surja una oración que llegue hasta Dios.
Jesús prometió que el Padre daría el Espíritu Santo al que lo pidiera en su Nombre.
Entonces, como sabemos que El cumple, pidámoslo sin miedo y con mucha fe!
Ven Espíritu Santo en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor, te pedimos Padre que derrames el Espíritu Santo sobre...para...Gracias! Amén!
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Muchas gracias!!!
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